Mexicanos tradicionalistas
y mexicanos occidentalistas.
Por Óscar Cortés Palma
Muchas personas creen que los que bailan
las danzas tradicionales mexicanas son indígenas, esta afirmación no es del
todo verdadera, si bien es cierto que muchos pobladores nativos bailan danzas
tradicionales, también es cierto que existen muchas personas –no indígenas- de
las ciudades que bailan danzas tradicionales, incluso en algunos casos, la
Danza tradicional es un símbolo fundamental de sus ciudades, al grado de organizarle
monumentos, días conmemorativos, y representarlas en imágenes y en medios
escritos u orales.
Es
cierto que existen poblados indígenas que bailan danzas tradicionales, por
ejemplo la Danza-Teatral del Tecuan es
representada en idioma Náhuatl en
Tetelpa, Morelos; y en el poblado de Juxtlahuaca del estado de Oaxaca, se representa en idioma mixteco, la Danza de los
Chilolos que es muy parecida a la Danza del Tecuan.
Pero
también existen poblados en donde se representa la Danza-teatral del Tecuan en
Idioma español como es el caso de Ocotepec y Tetecala en el estado de Morelos;
y Acatlan de Osorio en el estado de Puebla; e incluso hay localidades en donde
se representan esta danza tradicional sin diálogos porque ya se perdió el
aspecto teatral de la Danza del Tecuan, como es el caso de los poblados
morelenses de Axochiapan, Tenextepango, Tepalcingo, Atlacahualoya.
No
obstante, también existen ciudades en las que sus pobladores no se consideran a
sí mismos indígenas pero bailan la tradicional Danza del Tecuan por ejemplo:
Axochiapan y Ocotepec del estado de Morelos; Acatlan de Osorio y Chiautla de
Tapia en el estado de Puebla; Tlapa, Taxco y Ciudad Altamirano en el estado de
Guerrero.
Además
de las anteriores, existen otras ciudades en donde se bailan danzas tradicionales
sobre la cacería del Jaguar, por ejemplo, en la capital del estado de Guerrero,
que supera los 180 mil habitantes, se baila la Danza de los Tlacololeros y el
Porrazo del Tecuani, y en una ciudad cercana llamada Chilapa se baila también
esa misma danza; en otra población urbana ubicada más al sur, llamada Ometepec
se baila la tradicional Danza del Tigre y los Tlaminques.
Con
estas pruebas, puedo afirmar que al menos las danzas tradicionales que se
bailan en la región que anteriormente era náhuatl y que consisten en la cacería del Jaguar” no son bailadas solamente
por indígenas, pues que también hay muchas personas que hablan el idioma
español y algunos hasta son güeros, por eso considero que no se debe llamar
indígenas a las personas que bailan las danzas tradicionales mexicanas.
Y propongo
que se les llame “mexicanos tradicionalistas” porque a esas personas les gustan
las tradiciones que les enseñaron sus antepasados, y que incluye rituales y formas
de vestir tradicional, y tienen sus costumbres particulares, danzas, comidas, creencias,
leyendas y memorias colectivas que han sido transmitidas de generación en
generación.
En contraste
a este grupo, existe otro, que propongo que lo llamemos “mexicanos
occidentalistas”, y son aquellas
personas a las que les gusta las culturas europeas, estadounidenses,
japonesa, etcétera.
Sé
que toda generalización es muy riesgosa, pero al menos, esta manera de analizar
las tradiciones mexicanas nos permite ver las danzas tradicionales desde un
ángulo diferente.
Porque es obvio que no podemos generalizar y
llamar indígenas a todas las personas que bailan las danzas tradicionales
mexicanas.
Parafraseando
a Guillermo Bonfil Batalla, México es la unión de dos proyectos civilizatorios
distintos: la del México Profundo, que está representado por la persistencia de
distintos aspectos de la civilización mesoamericana; y la del México Imaginario,
que está representado por la civilización occidental. Por eso, para que México progrese
es necesario tomar en cuenta a estos dos proyectos de nación.
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