La Estación del Ferrocarril Axochiapan, el lugar en donde Emiliano
Zapata inicia su revolución.
©Texto: Óscar Cortés Palma
©Fotografías: David Domínguez / Óscar Cortés Palma
En la Feria del Segundo Viernes de Cuaresma de
Cuautla, un viernes antes de la Feria del señor de Tepalcingo, un grupo de personas que habían llegado de
Villa de Ayala se reunieron para planear un levantamiento armado ocultándose en
la feria.
Posteriormente, se despidieron y se alejaron,
confundiéndose entre la multitud de gente, pero al día siguiente se volvieron a
reunir en Villa de Ayala, pero ahora no iban solos sino que iban acompañados de
mas parientes y amigos.
-¡Hoy es el día no hay marcha atrás!-dijo el que
parecía ser el líder del grupo.
Efectivamente, al anochecer, estos misteriosos
sujetos desarmaron a la policía de la localidad, y convocaron a una reunión en
la plaza del pueblo, allí uno de los oradores leyó el Plan de San Luis que
convocaba a levantarse en armas, desconociendo al dictador Porfirio Díaz.
Sesenta personas de los presentes decidieron unirse
a los insurrectos y junto con ellos partieron hacia un poblado cercano llamado
San Rafael de Zaragoza, en donde los estaba esperando Catarino Perdomo y más
adeptos.
De allí los campesinos insurrectos continuaron su
camino hacia el sur, instigados por Pablo Torres Burgos, quien era el líder del
grupo, pasaron por la sierra de Huautla hasta internarse en la sierra, en donde
establecieron su campamento, y allí esperaron, una semana, escondidos a que
llegaran más refuerzos a sumarse a su guerrilla.
Pero este grupo de campesinos sublevados no era el
único en la región, había más gavillas de campesinos que ya se habían levantado
en armas, como por ejemplo Lucio Moreno, quien se había insurreccionado en
Tepoztlan, Gabriel Tepepa quien tenía su guerrilla en Tlaquiltenango, Ambrosio Figueroa quien estaba
insurreccionado en Huitzuco; e Isidro y
Alejandro Casales quienes se habían sublevado por Tilapa y Chietla.
Bueno, en lo que nos concierne que es la guerrilla de
Pablo Torres Burgos, Emiliano Zapata y demás compañeros, después de una semana
de estar escondidos en los cerros del sur de Huautla, ubicados en los límites entre
los estados de Morelos y Puebla. Los campesinos sublevados decidieron salir de
los cerros. El improvisado General Pablo Torres Burgos comandando a los
campesinos guerrilleros, que ya se habían incrementado a cerca de 150 personas,
se dirigió a San Pablo Hidalgo, poblado cercano a Tlaltizapan.
Allí en la casa de un ranchero llamado José
Rodríguez, hubo una reunión el día lunes
20 de marzo de 1911, y como resultado de esa reunión se acordó atacar la ciudad
de Jojutla y también muchos de los presentes se sumaron al improvisado ejército
campesino.
Después de esa reunión Rafael Merino y Emiliano
Zapata al mando de grupos de improvisados campesinos guerrilleros se
movilizaron.
Rafael Merino por la región de Jonacatepec y Emiliano
Zapata por el camino de Jolalpan a Axochiapan, era parte del plan, mientras
estos distraían a las fuerzas federales, Pablo Torres Burgos y Gabriel Tepepa se prepararon para atacar la ciudad de Jojutla,
antes pasaron por Tlaquiltenango, poblado distante a solo 3 kilómetros de su
objetivo, allí no hubo resistencia, y el poblado fue tomado sin utilizar una
sola bala, era el día 23 de marzo de 1911.
Esto acobardó al gobernador del estado de Morelos, Pablo
Escandón, que había llegado un día antes en auxilio de la ciudad de Jojutla encabezando
a un puñado de rurales, menospreció al enemigo y después recapacitó, viendo sus
disminuidas fuerzas, decidió retirarse y buscar refugio en la capital del
estado.
Es entonces cuando los revolucionarios atacan la
Ciudad de Jojutla, que se encontraba completamente indefensa. Todavía estaba
oscuro, era la madrugada del viernes 24 de marzo de 1911. Al no haber enemigo
que perseguir la ciudad cayó fácilmente, después de tres horas de controlar la
ciudad de Jojutla, los revolucionarios se retiraron ante la amenaza de llegada del
ejército federal.
En el primer ataque a Jojutla algunos guerrilleros
de Gabriel Tepepa robaron las tiendas y causaron perjuicios, o al menos así le
pareció al general en jefe Pablo Torres Burgos. Quien después de tener una
agria discusión con Gabriel Tepepa. Pablo Torres Burgos renunció al mando del
movimiento revolucionario, mencionó que
le escandalizaba la violencia y que sus órdenes no eran respetadas.
Los demás observaron como Pablo Torres Burgos se
alejaba, Ese mismo día, el 24 de marzo de 1911, Pablo Torres Burgos era
capturado y fusilado en el acto por los federales, en Rancho viejo, poblado
cercano a la zona.
Para ese entonces, los demás rebeldes comandados
por Emiliano Zapata ya se habían internado en los cerros poblanos que se
encuentran al sur del estado de Morelos. Ya habían asaltado los poblados que
allí se encuentran: Huachinantla, Mitepec, Jolalpan, Tlaucingo, Teotlalco hasta
llegar a Axochiapan, Morelos.
Al llegar a cada pueblo, su comportamiento era el
mismo, buscaron armas, caballos, partidarios de la causa, invitaron a que se
fueran con ellos, en estos poblados tan alejados y tan pobres, tan poco
poblados, no hubo combates porque no había a quien combatir, no había
destacamentos militares en la zona, solo había campesinos, que poco se
diferenciaban de los campesinos insurrectos.
Otra cosa
que hacían los rebeldes en esos pueblos, era que solicitaron préstamos para la causa a las personas ricas
delos pueblos, también alteraron los Archivos y modificaron los documentos que
les parecían oprobiosos, también destruyeron los telégrafos, para que nadie
comunicará sus movimientos y el gobierno no supiera donde estaban y que hacían.
Los pueblerinos simpatizaron con la revolución, por
ejemplo en Jolalpan, cuando llegaron los rebeldes, el 24 de marzo de 1911,
repicaron las campanas de la iglesia, tronaron cohetones, los fueron a recibir
con música de viento, y aclamaron vivas a la revolución secundando a los
rebeldes, por eso, los campesinos insurrectos decidieron establecer su
campamento allí, era un buen lugar porque aparte estaba rodeado de cerros que
les brindaba protección.
Y allí eligieron a Emiliano Zapata como general, la
mañana del 25 de marzo de 1911, firmaron el Acta, catorce coroneles
revolucionarios: Rafael Merino, Próculo Capistrán, Margarito Martínez, Catarino
Perdomo, Jesús Morales, Francisco Mendoza, Gabriel Tepepa, Catalino Vergara,
Juan Sánchez, Amador Acevedo, Emigdio Marmolejo, Jesús Jáuregui, y Maurilio
Mejía.
Pablo Torres Burgos había sido fusilado un día antes, el 24 de
marzo de 1911, así que Zapata ya era el nuevo Jefe, y tenía como 200
guerrilleros a su mando, ya que en Jolalpan se había unido Franco Pliego con
más adeptos, en Huachinantla se había unido Amador Acevedo con dos decenas de
partidarios, en Tlaucingo se unió Miguel Cortés con más reclutas.
En sí, en cada pueblo que pasaban se les unían
partidarios, después continuaron para Axochiapan, poblado del estado de
Morelos, allí también los recibieron como libertadores, el 25 de marzo de 1911.
En Axochiapan estaba, Octavio Paz Solórzano, padre
de Octavio Paz, el poeta, y se dio cuenta de que Zapata platicó con el
Presidente Municipal y después con el cura del pueblo llamado Prisciliano
Espíritu, quien era un cura revolucionario que le regaló un caballo a Zapata.
Al día siguiente, los zapatistas se retiraron, pero no se
fueron todos, se quedó una cuadrilla de revolucionarios comandados por Alejandro Casales, quien provenía de Chietla,
cerca de allí se había levantado en armas y fusiló al Secretario y Presidente
Municipal de Tilapa, Puebla.
Así que, cuando los federales entraron a Axochiapan,
ya tenían orden de captura para Alejandro Casales, a quien ahorcaron en un
árbol de Mesquite y después lo quemaron. Y de allí surgió un corrido:
CORRIDO DE ALEJANDRO CASALES
Autor: José Muñoz Cota.
Nos mataron a Casales
-valiente como el mejor-,
hace tiempo que Casales
en armas se levantó.
Vinieron los federales.
A pesar de su valor,
como eran muchos, Casales,
no pudo más y perdió.
(…)
Ya mataron a
Casales.
¡Viva la Revolución!
Por Axochiapan se acerca
Zapata, el libertador.
La noticia del ataque a Axochiapan por parte de los
federales llegó a oídos de Emiliano Zapata, quien se encontraba merodeando en
las cercanías. Hasta ese momento Zapata no había participado en ningún combate,
pues no es segura su participación en la toma de Jojutla porque Pablo Torres
Burgos lo había enviado a realizar maniobras distractivas en los alrededores de
Jolalpan a Axochiapan, pero en el caso de que si haya participado en esa
batalla, participó como subalterno ya que el general en Jefe era Pablo Torres
Burgos.
Es por eso que esta es la primer batalla de Emiliano
Zapata, él la planeó, la organizó y la ejecutó. El 29 de marzo de 1911, en la
Estación del Ferrocarril de Axochiapan, combatieron los guerrilleros comandados
por Emiliano Zapata que ya sumaban varios cientos de personas, contra los
soldados de 18o. Regimiento al mando del Coronel Javier Rojas, quien desde
Jojutla venía persiguiendo a los rebeldes.
Pero esta vez, el Coronel Javier Rojas y su
regimiento acantonado en la Estación del tren de Axochiapan fue tomado por
sorpresa, así que después de unos cuantos balazos, los soldados federales se
retiraron temiendo ser emboscados, lo más probable es que hayan huido en un vagón
de ferrocarril ante la superioridad numérica de los zapatistas.
En su desordenada huida los soldados federales
dejaron en la Estación del Ferrocarril de Axochiapan algunas armas y municiones que fueron tomadas por los revolucionarios.
En esta batalla no se registró ningún muerto pero es probable que haya habido
algunos heridos.
Ese mismo día, Gabriel Tepepa atacaba la Hacienda
de Chinameca, y se apropió de armamento y caballos de esa hacienda, pero
Gabriel Tepepa fue fusilado en las siguientes semanas, como también murió
Rafael Merino, que sumadas a las muertes de los otros jefes revolucionarios
como Pablo Torres Burgos y Alejandro Casales, dejaron a Zapata como general en
jefe del incipiente movimiento revolucionario que se estaba gestando en la
región.
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