viernes, 5 de mayo de 2017

El Jaguar y la temporada de lluvias

Texto: Óscar Cortés Palma

Es probable que el  jaguar fuera el nagual de la lluvia y de la fertilidad tanto para olmecas como para mexicas, de estos últimos conocemos a Tlaloc, su deidad de la lluviaquien se caracteriza por sus colmillos felinos. Tlaloc se transfiguraba en jaguar, su nagual.

Para comprender esto primero debemos saber  dos cosas sobre los naguales:

1.-Que los naguales para mexicas y demás culturas del México antiguo eran personas  de renombre de los que se creía que podían predecir el futuro, que podían atraer las lluvias,  y que en las noches, mediante el sueño, podían convertirse en animales, además de que eran intermediarios entre las fuerzas de la naturaleza y los humanos.
2.-Que con la llegada de los españoles, estos acusaron a los naguales de ser personas  demoniacas, idólatras y supersticiosas por lo cual fueron persiguidos y arruinados.

Pero esto no era del todo cierto, la historia de los naguales es otra. En la religión de  mesoamerica existían unas personas llamadas Tecuan nahualli. El tecuan nahualli era una persona con poderes de nagualismo que preferían transformarse en fieras como jaguares y pumas. Los tecuanimeh nanahualtin, plurar de la palabra tecuan nahualli, abundaban en la región huaxteca y en la región tierra caliente -los actuales estados de Morelos, Guerrero,  Michoacán, un poco  el estado de México, Puebla-.

Los tecuani nahualli eran respetados, es por eso que cuando nuestros ancestros encontraban  un  jaguar o un puma en el cerro, lo evitaban pues aparte de feroz, el  felino  podía ser el nagual de una persona, o tal vez podía ser el nagual de algún ser mitológico como TezcatlipocaTlaloc  o inclusive Quetzalcoatl.

Ahora bien, probablemente nuestros ancestros mesoamericanos realizaban danzas, teatros y rituales en las que se simulaba sacrificar un tecuane nahualli (jaguar nagual) para pedir lluvias a Tlaloc. Y  estos rituales dramáticos y dancísticos son las antecesoras de muchas variantes de  los tecuanes tradicionales actuales. Y también son los antecesores de las tradiciones actuales de los tlaminques, de los tlacololeros y de los chilolos de carnaval de Juxtlahuaca, Oaxaca.

Aunque muchas de estas tradiciones tienen elementos muy modernos, es indudable que estas representaciones tradicionales descienden o al menos están muy influenciadas por  otras tradiciones más antiguas que se remontan a la época de los mexicas y tal vez muchos años antes.

 En algunas tradiciones sobre el jaguar podemos observar claramente rasgos de mayor antigüedad, por ejemplo en los Tlacololeros se representa la cacería del  tecuani (el jaguar)  que  perjudica los sembradíos de los campesinos.


Otro ejemplo son los tecuanes (los tigres) de Zitlala y Acatlán, Guerrero que realizan peleas para que haya un buen temporal y tienen un mito que sostiene esta creencia, y que dice así:


“Hace mucho tiempo había dos gobernantes, una mujer llamada Citlallin y otro era un hombre llamado Acatl, ambos se transformaron en “jaguares naguales” para robarle las semillas a Tláloc que se encontraba en un cerro protegido por hormigas gigantes y por los tlaloques.


En ese tiempo Tláloc estaba molesto con los humanos y no quería enviarles la lluvia y tampoco darles las semillas para que sembraran.  Así que, los “jaguares naguales” lograron robar las semillas a Tlaloc, pero Tlaloc los descubrió y como castigo los convirtió de manera permanente en  jaguares naguales, y después con truenos, lluvia y muchos rayos solares hizo que rodaran cuesta abajo del cerro, y al rodar regaron las semillas que habían robado a Tlaloc para los humanos Entonces molestos y culpándose mutuamente  los jaguares naguales pelearon  ferozmente hasta sangrar.

Las personas que observaban la pelea  notaron que brotaban las plantas y creyeron que se debía a la pelea de jaguares naguales y a la sangre que brotaba de ellos, entonces empezaron a imitarlos cada año cuando se acerca la temporada de lluvias para asegurar que llueva. Se disfrazan de jaguares naguales o tigres y realizan peleas para que haya lluvias.


Es decir, la  creencia de que el Tecuani o jaguar es el nagual de una persona o deidad que se sacrifica para que llueva es base fundamental del ritual de las “Peleas de tecuanis” de Zitlala y Acatlán, Guerrero.

También la representación tradicional de los tlacololeros tiene que ver con las siembras, ya que en esta tradición, los participantes representan a sembradores, legumbres y a fenómenos relacionados con la siembra. Por ejemplo, algunos de los participantes son: “El Maizo”, cuyo nombre posiblemente provenga de la palabra “Maíz”. El maizo es el actor – danzante de mayor jerarquía en los tlacololeros; el Maizo ordena a su asistente llamado “el Salvador”  que le transmita la orden a los demás participantes para que atrapen al tecuani, algunos de los nombres de los demás actores son los siguientes:

·       El Tlacololero. Quien representa al sembrador o a la tierra cultivada de las laderas de los cerros;
·       El Tecorralero. Quien es el encargado de hacer Tecorrales (los corrales de piedra);
·       El Frijolero.  Es el sembrador de frijol  o puede representar al frijol;
·       El Jitomatero. Es el sembrador de jitomate  o puede representar al jitomate;
·       El Chile Verde. Es el sembrador de chile verde o puede representar al chile verde;
·       El Ventarrón. Representa al viento.
·       El Rayo Seco. Representa al rayo.
·       La Maravilla. Este personaje representa al perro de caza que acompaña al Tlacololero para rastrear al Tecuani (el jaguar).
·       El Tecuani. Es el jaguar o nagual de jaguar que destruye las cosechas de los campesinos.

Como podemos observar tenemos entre los participantes de la representación tradicional de los tlacololeros a la tierra representada por el “Tlacololero”; al trabajador de la tierra representado por el “Tecorralero”;  tenemos los fenómenos naturales que atraen la lluvia como “El ventarrón” y el “Rayo Seco”, tenemos a los sembradores o vegetales como son  “El Frijolero”, “El Jitomatero”, “El Chile Verde” “El maizo” y tenemos también al tecuani (el jaguar, el tigre).


Con base a esta información de los tlacololeros y si además tomamos en cuenta el mito de Zitlala Y Acatlán, Guerrero sobre la relación entre “LAS PELEAS DE LOS TECUANES NAHUALES” provoca las LLUVIAS y las BUENAS SIEMBRAS”.
              
No sería muy arriesgado afirmar que el tecuani (el  jaguar) de los tlacololeros represente a la lluvia, puesto que es el elemento faltante en esta representación tradicional cuyo tema central son las lluvias y las siembras.

Además esta ofrenda de sangre de las peleas de tecuanes coincide con las crónicas de los primeros frailes que llegaron a estas tierras y que mencionaron que los religiosos mexicas se extraían sangre para ofrendarla a sus deidades y que estos rituales los realizaban disfrazados de alguna deidad reviviendo sus mitos fundacionales como por ejemplo el mito de la creación del mundo que dice que Tezcatlipoca, el ser mitológico más poderoso de todos,  se cortó su propio píe para arrojarlo al mar como carnada y tender una trampa a Cipactli, quien era una especie de monstruo marino con figura de caimán pero más poderoso y gigantesco; y así mediante esto Tezcatlipoca apoyado por su hermano Quetzalcóatl, pudieron derrotar a Cipactli y crear el mundo. 


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