Cuento de los jaguares tecuanes
Por Óscar Cortés Palma
Cuentan que anteriormente habían muchos animales de uña
en las tierras surianas que bajaban a comerse a los animales de los pobladores
pero a pesar de esto la comunidad siempre lograba cazarlos o ahuyentarlos.
Hasta que en una ocasión llegó un animal de uña a quienes
los pobladores no podían cazar ni ahuyentar. Ese animal siempre bajaba a
comerse guajolotes, venados, y a los mismos pobladores. Por eso lo llamaron
Tecuane, que significa: BESTIA FIERA. ANIMAL CARNÍVORO SALVAJE, LOBO, TIGRE,
JAGUAR.
Los pobladores intentaron por todos los medios cazarlo
pero no pudieron. Entonces acudieron al llamado señor del monte. Este era una
persona ermitaña que vivía en la sierra y que podía transformarse en animales entre ellos en fiera,
ya sea para hacer el bien o para hacer el mal.
Esta persona les
cobró muchísimo dinero porque era una tarea difícil de realizar pero tampoco
pudo lograrlo. Al verse frustrado comprendió que no podría lograrlo solo y que necesitaría
la ayuda de toda la comarca.
Por eso en una asamblea, los incitó a organizarse comunitariamente para
que atraparan al tecuane juntos, muchas
personas no estuvieron de acuerdo pero la mayoría aceptó. Trazaron un plan y organizados se distribuyeron
las tareas, algunas personas se disfrazaron de diferentes cosas: unos se vistieron de
piedras y otros de árboles.
Otras más se disfrazaron de animales domésticos para
servir de anzuelo al tekuani. Otras se disfrazaron de lobos, tigres, leones, incluso
algunos se disfrazaron de tecuanes. Algunas más se encargaron de los alimentos,
de confeccionar los disfraces, del espionaje y del envío de mensajes y señales.
Posteriormente se distribuyeron en la comarca, algunos se
colocaron en el centro y otros se ubicaron alrededor de estos. Se dedicaron a
velar todas las noches hasta que por fin entro el gran felino, cuando lo vieron
lo rodearon y aunque la bestia fiera intentó desesperadamente escapar y casi lo
logra, la confusión que le generó la emboscada, así como también el hecho de
que eran muchos los que lo rodeaban y estaban muy bien organizados, termino con
sus fuerzas y lo atraparon.
Del gusto que los pobladores tenían hicieron una fiesta
que duró algunos días, durante los cuales representaban la gran hazaña que
habían logrado. En esos días de fiesta bailaron al son de los tambores y las
flautas de carrizo. Actualmente se sigue celebrando este acontecimiento
bailando y actuando disfrazados y
representando la caza de un Nagual - jaguar,
ya que según se cuenta este era el
poderoso ser mítico cazado por sus ancestros.
Actualmente esta obra de teatro y danza tradicional de los tecuanes nos enseña, entre risas y
sustos, que cuando los habitantes de una comarca se reúnen, planean y organizan
comunitariamente pueden defenderse de
quien los amenace, por muy fuerte y poderoso que este sea.
El tekuane, en cambio, representa a alguien muy poderoso individualmente, alguien que infunde
temor a los demás, que tiene fama de ser muy poderoso e invencible. Los demás
actores y danzantes de esta tradición representan al pueblo. Aunque el tecuane con el miedo que provoca controla a la gente por muchas que
esta sean. Cuando la gente comprende como esta la situación y se organiza es
mucho más fuerte y respetada, ya que
siempre es más eficaz el poder popular al poder individual.
©Texto: Óscar Cortés Palma
Libro DE LOS TECUANES
©Texto: Óscar Cortés Palma
Libro DE LOS TECUANES
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