MARZO.
Mes
de la insurrección zapatista
Por Óscar Cortés Palma
Con el miércoles de ceniza arrancaba el mes de marzo del
año de 1911. Dos días después, arrancaba el primer viernes de Cuaresma en Jiutepec,
Morelos,.
Después el segundo Viernes de Cuaresma se celebró en
Cuautla, e 10 de marzo de 1911, allí un grupo de personas se reunieron recatadamente
para planear una insurrección armada confundiéndose entre la abarrotada multitud,
Al día siguiente, el sábado, se volvieron a reunir en
Villa de Ayala; desarmaron a la policía
de la localidad, y citaron a una reunión en la plaza del pueblo, allí uno de
los oradores leyó el Plan de San Luis y convocó a levantarse en armas,
desconociendo al dictador Porfirio Díaz.
Más o menos sesenta personas de los presentes decidieron
unirse a los insurrectos y partieron hacia un poblado cercano llamado San Rafael
de Zaragoza, en donde los estaba esperando Catarino Perdomo y más adeptos.
De allí los insurrectos animados por el profesor Pablo
Torres Burgos se internaron en la sierra de Huautla, en donde esperaron que
llegaran más refuerzos a su campamento resguardado en la serranía.
Las tierras surianas sufrían un terremoto de insurrecciones
armadas, había revueltas de campesinos insurrectos en Tepoztlan con Lucio
Moreno, Gabriel Tepepa en Tlaquiltenango,
Ambrosio Figueroa en Huitzuco; y Alejandro Casales se había insurreccionado
en Tilapa.
Después de una semana de estar escondidos en la serranía
de Huautla, desde donde vieron pasar la feria de Tepalcingo del segundo viernes
de Cuaresma. El grupo de insurrectos de Pablo Torres Burgos y Emiliano Zapata, que
ya se había robustecido con cerca de ciento cincuenta personas bajaron de los
cerros. Y se dirigieron a San Pablo Hidalgo, poblado cercano a Tlaltizapan.
Allí en la casa de un ranchero llamado José Rodríguez, se
reunieron el día lunes 20 de marzo de 1911 y acordaron que Gabriel Tepepa y Pablo
Torre Burgos entrarían a la ciudad de Jojutla. Rafael Merino a la región de
Jonacatepec y Emiliano Zapata a la región a Jolalpan, era parte del plan,
mientras estos dos últimos distraían a las fuerzas federales y reclutaban más
guerrilleros; Pablo Torres Burgos y Gabriel Tepepa arremetieron la ciudad de
Jojutla, antes pasaron por Tlaquiltenango, poblado distante a solo tres
kilómetros, allí no hubo resistencia, era el día 23 de marzo de 1911.
Esto tomó de improvisto al gobernador de Morelos, Pablo
Escandón, que había arribado un día antes a la ciudad de Jojutla para resistir
con un grupo de rurales, pero temió ser emboscado, y se apresuró a buscar resguardo
en Cuernavaca.
Es entonces cuando los revolucionarios arremeten la
Ciudad de Jojutla. Todavía estaba oscuro, era la madrugada del viernes 24 de
marzo de 1911. Al haber huido el gobernador Pablo Escandón con el ejército, la defensa
de la ciudad de Jojutla se derrumbó fácilmente. Pero, los revolucionarios no se
quedaron muchas horas puesto que sintieron siempre la amenaza de la llegada del
ejército federal y decidieron huir.
En el ataque a Jojutla algunos guerrilleros de Gabriel
Tepepa robaron las tiendas y causaron perjuicios, o al menos así le pareció al
general en jefe Pablo Torres Burgos. Quien después de tener una agria discusión
con la gente de Gabriel Tepepa renunció al mando del movimiento revolucionario.
Ese mismo día, el 24 de marzo de 1911, Pablo Torres
Burgos era capturado y fusilado por los federales, en Rancho viejo, poblado
cercano a la zona.
Para esa fecha, los insurrectos restantes se habían
internado en los poblados serranos de: Huachinantla, Mitepec, Jolalpan,
Tlaucingo, Teotlalco hasta llegar a Axochiapan, Morelos.
Al arribar a cada pueblo, su comportamiento era el mismo,
recolectaron armas, caballos, partidarios de la causa, en estas tierras tan
alejados, tan poco pobladas, no hubo combates porque no había destacamentos
militares en la zona, solo había campesinos, que poco se diferenciaban de los insurrectos.
Los insurrectos solicitaron préstamos para la causa a las
personas ricas de la zona, también alteraron los Archivos y modificaron los
documentos que les parecían deshonrosos, también destruyeron los telégrafos,
para que nadie comunicará sus movimientos.
El 24 de marzo de 1911, cuando arribaron los
rebeldes a Jolalpan repicaron las
campanas de la parroquia, tronaron cohetones, los recibieron con música de
viento y aclamaron vivas a la revolución secundando a los rebeldes, por eso,
los insurrectos establecieron su
campamento allí, era buena tierra rodeada de cerros que les brindaba
protección.
Y allí eligieron a Emiliano Zapata como general, la
mañana del 25 de marzo de 1911, firmaron el Acta, catorce coroneles
revolucionarios: Rafael Merino, Próculo Capistrán, Margarito Martínez, Catarino
Perdomo, Jesús Morales, Francisco Mendoza, Gabriel Tepepa, Catalino Vergara,
Juan Sánchez, Amador Acevedo, Emigdio Marmolejo, Jesús Jáuregui, y Maurilio Mejía.
Emiliano Zapata ya era el Jefe, y tenía como doscientos
guerrilleros a su mando, ya que en Jolalpan se había unido Franco Pliego con
más adeptos, en Huachinantla se había unido Amador Acevedo con dos decenas de
partidarios, en Tlaucingo se unió Miguel Cortés con más reclutas.
En cada pueblo de la región se les unían partidarios, arribaron al anochecer a Axochiapan, el 25 de
marzo de 1911.
En Axochiapan estaba, Octavio Paz Solórzano, padre de
Octavio Paz, el poeta, y presenció que Zapata platicó con el Presidente
Municipal y después con el párroco del pueblo llamado Prisciliano Espíritu,
quien era un párroco revolucionario que en
esa ocasión regaló un caballo a Zapata y después apoyó abiertamente la revolución.
Al día siguiente, los zapatistas se retiraron, pero no se
fueron todos, se quedó Alejandro
Casales, quien provenía de Chietla y Tilapa, allí se había levantado en armas
junto con su hermano Isidro, y estaban siendo perseguidos por los rurales acusados de fusilar al
secretario y Presidente Municipal de Tilapa, Puebla.
Así que, cuando los federales recuperaron Axochiapan, ya venían
buscando a Alejandro Casales, a quien
ahorcaron en un árbol de Mesquite y después lo quemaron. Como lo narra un
corrido:
CORRIDO DE ALEJANDRO CASALES
(Fragmento)
Autor: José Muñoz Cota.
Nos mataron a Casales
-valiente como el mejor-,
hace tiempo que Casales
en armas se levantó.
Vinieron los federales.
A pesar de su valor,
como eran muchos, Casales,
no pudo más y perdió.
(…)
Ya mataron a
Casales.
¡Viva la Revolución!
Por Axochiapan se acerca
Zapata, el libertador.
Este ataque a Alejandro Casales fue contrarrestado por
los zapatistas el 29 de marzo de 1911 en la Estación del Ferrocarril de
Axochiapan.
Hasta ese momento Emiliano Zapata solo había participado en
un combate como subalterno en Jojutla, así que es probable que este haya sido
su primer combate como general. Allí se enfrentaron a los soldados de 18o.
Regimiento del coronel Javier Rojas, que desde Jojutla los venía persiguiendo y
ante la superioridad numérica de los zapatistas, los soldados federales fueron
barridos, lo más probable es que se hayan retirado en el ferrocarril.
En su retirada dejaron algunas armas y municiones que
fueron tomadas por los revolucionarios.
Ese mismo día, Gabriel Tepepa atacaba la Hacienda de
Chinameca, y se apropió de armamento y caballos, con esto terminaba el mes de
MARZO DE 1911. Mes del levantamiento en armas de Emiliano Zapata.
© Óscar Cortés Palma
Libro de los tecuanes
Email:cami17_4@hotmail.com
facebook.com/oscarcortespalma
twitter: oscarcortespalm
Libro de los tecuanes
Email:cami17_4@hotmail.com
facebook.com/oscarcortespalma
twitter: oscarcortespalm
No hay comentarios:
Publicar un comentario